15.7.11

Museo.

sorber la palidez de un camino sin escrúpulos que se cierne yuxtapuesto
entreteniéndonos para completar fisuras
ahora en su jadeo se cristalizan
se hacen montaña y obstrucción de rectos prometidos a caballerizas
a limítrofes ciudades que ríen brisa otoñal constante
despiertas en la insomne vela caucásica 
en la exuberancia de la exposición
que no mencionaré
para las manos presiden un envoltorio
de papel plástico y para las cabezas
para las estridencias de una conciencia que anochece
prometen el prefacio eterno.

                         [el mito es un reloj.

sobre que la carta entrega al portador de un halo dramático
al inquisidor de un silencio roto, al que comenta las praderas de un hombre detallando cada hoja cada     
sombra cada animal en la llanura espesa
como si hiciera falta la evocación para la presencia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario