8.12.11

Poema parcialmente simétrico.



Liviano en las praderas.

Uno que escucha un paladar sonriente y amarillo, como el sol.
En un pueblo chiquito, de una escena, de un pais.
 Cayendo cada tanto en las mentiras del tiempo
En un pueblo chiquito, en una mesa, dentro de una caja de zapatos.

Me mandó cartas a los 64 años, me necesitó y me alimentó.
Todos nos hacemos viejos.
Podríamos hacernos compañía.

Invertebrada risa escapa de labios de manguera.
Sobre la práctica de un volar por debajo de las palabras.
  O por el costado
Sobre la réplica de un salir hacia fuera de los montes.

Por siempre

12.9.11

[Los bordes no saben nada.




cuántas veces me habría caído sobre la
noche
después de simular por el techo de mi casa

mientras sigan conspirando para las acotaciones compuestas del grano que un pie gigantesco amenaza
que sale de las mantas las cobijas de los pendientes de la vida espejada
en los muros en las escaleras en los portales, en las galerías.
que se esparce por la siembra que es tu pelo
casi mas poblado que pradera
de minucias de gente que aspira a servirte de ejemplo
ALGUNA VEZ QUIZÁ LE HAYA CEDIDO EL ASIENTOen las palmas de la nube que nos cobija por la noche pierdo cada idea que decidió abandonarme
estoy en el siglo de las concordancias establecidas a corto plazo
las canciones de fábrica de preposiciones aquí
cuanta gente se ha parado a contemplar desde la tarde su balcón en el séptimo piso
en el simposio de cópulas beatificadas
entre el instinto de las muñecas
tensión de tensiones
cansancio de cansancio para siempre
por el decidido abandono en las galerías
mientras sigan conspirando para las acotaciones durante tu espalda
compuesta sin balcones ni ejemplos.
 

nos tocan espléndidos jarrones de    
            plástico
gigantes, pero los sábados cuando agarrás velocidad en el colectivo
esconden nuestra ropa que se junta con mas ropa
que se junta con la misma carne que en la desnudez rechazamos para
siempre 

15.7.11

Museo.

sorber la palidez de un camino sin escrúpulos que se cierne yuxtapuesto
entreteniéndonos para completar fisuras
ahora en su jadeo se cristalizan
se hacen montaña y obstrucción de rectos prometidos a caballerizas
a limítrofes ciudades que ríen brisa otoñal constante
despiertas en la insomne vela caucásica 
en la exuberancia de la exposición
que no mencionaré
para las manos presiden un envoltorio
de papel plástico y para las cabezas
para las estridencias de una conciencia que anochece
prometen el prefacio eterno.

                         [el mito es un reloj.

sobre que la carta entrega al portador de un halo dramático
al inquisidor de un silencio roto, al que comenta las praderas de un hombre detallando cada hoja cada     
sombra cada animal en la llanura espesa
como si hiciera falta la evocación para la presencia.


8.7.11

[2678400’’

para estar tranquilo con esta conciencia de animal que se desarma
son tirados al fuego todos los fondos de las cosas
todos los contemplativos deseos que se ocupan de tu ausencia

            [depauperado sicario abraza las        
                                                       velas.       
son para las patas a monedas mas ruido de brillo que el oro
más peso de martillo que resto de huesos
y entre las flores rozan cada esquina del cariño contra la cara.
..

cuando las casas se comportan como horas pasando lentamente a través de un hilado con ventanas
                                                       [como si las venas de un brazo acabaran en el mar.

cantando por la venida hacia uno que camina de costado
cuando el aire agita la ensoñación de la siesta al calor de unos niños
o las cortinas se ven por detrás de tu tristeza


 * *

        * **  *
*                       ** *
              *  *
**
*

en el estival concierto para las carnazas
las ofrendas las palabras
las niñerías
las mentiras que revolotean por los bolsillos
de un pueblo que convulsiona sus manierismos
situando la corrompida Venus en un altar
rindiéndole un culto plácido a las entrañas estáticas de un amor convaleciente

entre el ruido
viene a mostrarse despacio la convenida escasez de tu presencia.


*

3.7.11

Poema erótico número 37.

Veo el miserable reflejo de tiras de papel metalizado sobre la mesa que guardó tu presencia enarbolada
como las enredaderas que mecen las paredes que sostienen nuestras casas
que son nuestras ropas interiores
que nos ponemos y nos sacamos a diario
que guardan nuestras valiosas proyecciones sobre objetos que son pertenencia
o sea vínculo o parentesco
como se es pariente de un tío de un primo o de un hijo
o de un hijo de un tío que conocimos hace minutos
que son una forma de tantas mediciones de existencia
que crean la ilusión, de que el tiempo es una cosa mensurable.

26.5.11

Tal vez mañana despierte sobre el mar (con ilustraciones).




Eurídice sobre el mar de noche –empalagándonos en la transparencia de su anatomia.
hoy no es nada la del dia que amanece cuando te meces.
veo tus manos
veo a través de tu cuerpo
es como ver más allá de tu forma olvido tu figura por completo
sobre los ojos la luz al final del tunel, es mi no soy otra que la causa que rehúsas.
Sobre el mar

Ellas recogen [de noche] como frutas cuando se deshacen en eso las plantaciones.
Arrancan los ojos de otro que se sospecha…[sobre el mar] en el horizonte de lo que ya no tendré nunca

otro cuerpo no existe mientras las aves guardan su nombre. [el sobre mar]
y antes de hundirse en el agua deja ver su instrumento  
 abandonado [noche de] lejos

donde desmejora la precipitada densidad de la permanencia

que no es otra cosa que desesperar sentado en una hamaca de un parque que queda muy lejos de tu casa  (Esta imagen me suena)
donde tenemos manos reales para un tiempo absoluto que es residuo de otro mas grande (recuerdo una mañana de marzo, mucho frío. Caminando por el patio de un colegio muy viejo, muy caro, muy malo. Una mas grande que la mía acercándose por encima de mi cabeza hacia lo mas profundo de mi conciencia.
Uno callado sobre la brisa del pelo, al acomodo singular de manos desorientadas durante las trenzas)
una interrupción perpetua en la que regodearnos con nuestra mugre
donde también se nos espera hasta para terminar de morir

(Un sometimiento cristalino criminal crispado ante una tumba, que tendrá que esperar años)



Sobre la noche el mar

que en el tránsito de bocas a otras bocas o en el espanto jocoso de los oídos ha   
 cambiado tanto de forma
que como el río [sobre el mar]
como la luna un día de marzo al lado de vidrios estridentes durante esas noches que  
 velan por nuestra suspensión permanente en nubes frescas
como la sensible presentación de versos que explotan en la sangre
como el sitio de tu cuerpo que estremece las figuras del dormitorio cuando los finales son instrumentales y sus colas larga espera de cafetería
una de esas cafeterías rojas o marrones en una esquina descarrilada de gentes donde encontramos a nuestra mujer invisible dentro de un río de gente, un caudal, un gran plato hondo de gente que le brota desde siempre hacia los costados por los que muere el cielo.
como la cosquilla que tienen tus pupilas, esa que no te deja ver mi esfera sin parpadear

 - ya casi es leyenda





Alucinaciones:
Una anatomía de la sombra - Alejandro Tantanián. 
Montaje.

25.2.11

Parte A

Son caprichos eternos. (Madres)
Desde la cima de su eterna sien se desprenden golpes de marea alta.

...Son saltos de un humo pestilente
desde las capas del sólido que se presenta como personare.
Como para sanar la sarnosa calidez que tiene siglos valiéndose del rumbo
de los días sin coyunturas.

El miedo en este caso de los miembros
En este caso de los ojos y de las manos y de la nariz
Y de los pechos.
Y de los vientres vacíos que aúllan calamidades inescrutables.

Deja ver televisión seguido, y sirve para nada en específico.