12.9.11

[Los bordes no saben nada.




cuántas veces me habría caído sobre la
noche
después de simular por el techo de mi casa

mientras sigan conspirando para las acotaciones compuestas del grano que un pie gigantesco amenaza
que sale de las mantas las cobijas de los pendientes de la vida espejada
en los muros en las escaleras en los portales, en las galerías.
que se esparce por la siembra que es tu pelo
casi mas poblado que pradera
de minucias de gente que aspira a servirte de ejemplo
ALGUNA VEZ QUIZÁ LE HAYA CEDIDO EL ASIENTOen las palmas de la nube que nos cobija por la noche pierdo cada idea que decidió abandonarme
estoy en el siglo de las concordancias establecidas a corto plazo
las canciones de fábrica de preposiciones aquí
cuanta gente se ha parado a contemplar desde la tarde su balcón en el séptimo piso
en el simposio de cópulas beatificadas
entre el instinto de las muñecas
tensión de tensiones
cansancio de cansancio para siempre
por el decidido abandono en las galerías
mientras sigan conspirando para las acotaciones durante tu espalda
compuesta sin balcones ni ejemplos.
 

nos tocan espléndidos jarrones de    
            plástico
gigantes, pero los sábados cuando agarrás velocidad en el colectivo
esconden nuestra ropa que se junta con mas ropa
que se junta con la misma carne que en la desnudez rechazamos para
siempre